¿Sería posible una ciudad sin anuncios?

En 2006, el alcalde de Sao Paulo aprobó la conocida como «Clean City Law», que traducido sería la ley de la ciudad sin anuncios.

Gilberto Kassab, alcalde de Sao Paulo, quiso aprobar esta ley debido a que veía con preocupación como la contaminación iba en aumento en su ciudad. Y decidió ponerle freno. Pero la Clean City Law de Sao Paulo no iba en contra de la contaminación tal y como solemos entenderla en el sentido de contaminación ambiental. Kassab, en lugar de ir contra las emisiones de los vehículos o de las fábricas, perseguía otro tipo de contaminación: la de las vallas publicitarias. Así es, la contaminación visual. ¿El objetivo? Conseguir una ciudad sin anuncios.

Alegando que la contaminación visual puede ser tan mala como la contaminación del aire, decidió prohibir carteleras, carteles, anuncios en paradas de autobús, etc. todo aquello que la Clean City Law entendía como contaminación visual. Esto llegaba a incluir hasta los propios anuncios de los negocios de la ciudad… algo que desde luego no fue bien visto por los mismos, que pensaban que se arruinarían.

¿De verdad una ciudad sin anuncios es posible?

Esta quizás sea la pregunta que se nos viene a la cabeza al leer acerca de esta controvertida ley. Años después de que entrara en vigor, se realizó una encuesta entre los ciudadanos residentes en Sao Paulo. Casi un 70% de los encuestados decían estar satisfechos con los resultados, una ciudad sin anuncios. «La ciudad de Sao Paulo es muy vertical», dijo el periodista Vinicius Galvão, en una entrevista que se le realizó con motivo de la Clean City Law. «Esto la ha convertido en una ciudad muy frenética. Ni siquiera te dabas cuenta de la arquitectura de los edificios, porque estaban cubiertos por vallas publicitarias, logotipos y propaganda».

Esa es la opinión de los ciudadanos. Pero… ¿y las empresas que opinaron sobre esto? Pues sorprendentemente, algunas empresas anunciantes estaban satisfechas con la prohibición, ya que esto les ayudó a reevaluar su estrategia de marketing, y a plantearse mejoras para aumentar su visibilidad. «Las empresas tenían que encontrar sus propias maneras de promover productos y marcas en las calles», dijo Lalai Luna, cofundador de la agencia de publicidad Remix. La ciudad se llenó del conocido como marketing de guerrillas, caracterizado por realizar estrategias poco convencionales, tratando de alcanzar la viralidad. Se podría decir que Sao Paulo se convirtió en la ciudad de la creatividad, un lugar donde sacar a relucir la creatividad de formas poco convencionales.

Os dejamos un vídeo que describe la prohibición de la publicidad en la ciudad.

Sin marcas publicitarias, el carácter único de São Paulo fue capaz de resurgir. Es cierto que no todas las revelaciones arquitectónicas fueron buenas: las chabolas que pintaban las calles de la ciudad, una vez ocultas bajo signos masivos, revelaban grandes desigualdades. Sin embargo, la situación puso en evidencia a los residentes para mejorar las condiciones y comenzar a discutir soluciones. Ya no se podían ocultar los problemas reales mediante soluciones artificiales.

La prohibición en São Paulo recordó al mundo a los habitantes de todas las ciudades a lo largo del globo, que es el patrimonio cultural de una ciudad lo que le da la verdadera identidad.

Si queréis ver mas fotos del resultado, podéis hacerlo aquí.

Una ciudad sin anuncios… ¿pensáis que sería realmente posible?